Después de tantas desapariciones, de tanto esfuerzo por cada vuelta, de ciertas negativas que por la pausa veraniega tuve que hacer públicas aquí con un título de ciencia ficción, parece que lo más justo es dejar que Betty se vaya y entregar la organización de la BPMP a quienes puedan afrontar esa tarea. Por ahora, he declinado mi propia propuesta de hacerme cargo, como un modo más preciso de, justamente, hacerme cargo.
"Hay que abrir otro boliche", me dijo el referencista, ganado por un optimismo que le desconocía y con algunos enseres en la mano que me hacen creer que un puestito en Costanera Sur no sería una mala idea.
Como diría Georgie, tengo para mí que volveremos a vernos y que los carnets de los socios sirven para descuentos en el nuevo comercio que abra.