domingo, 8 de julio de 2007

Cindor

Hace días que tres simpáticos estudiantes del nivel medio de educación vienen a la BPMP con el fin de preparar una clase especial que les han encomendado. Son una chica y dos muchachos a los que invariablemente les ofrecemos un té que nunca aceptan, mientras sacan de sus mochilas cajitas de Cindor y barras de cereal, sabiendo tanto que no se puede traer alimentos a la Sala de Lectura como que esa prohibición solo alcanza a quienes Betty y yo consideremos desagradables.
Con esa misma blandura que percibieron en sus anfitrionas desde el primer día, se aceptan entre sí las bromas más crueles y se maltratan, con una confianza inconmovible en el afecto que se profesan. De vez en cuando, el juego del cariño implícito los lleva hasta el límite de lo imposible, y entonces se hunden en la lectura y bufan impacientes sobre los papeles esperando la llegada de la calma. Entonces es siempre ella la que encuentra el modo de hacer que los otros vuelvan a mirarse, propone un modo de acuerdo, despliega un talento innato para el diálogo.
El fin de semana largo los ha separado de nosotras, y es imposible saber lo que vendrá, pero la chiquita del trío ya no parecía tan cómoda en su papel cuando la escena volvió a repetirse el último día, y Betty y yo supimos que estaba llegando al límite de lo que puede exigirse al propio talento.
Es lo más seguro, sin embargo, que respire profundo, se tome un traguito de Cindor, se entregue a lo que se espera de ella y pague las consecuencias de su patología conciliadora cuando ya esté en edad de ir al vigésimo quinto aniversario de su promoción. También debe estar disfrutando de algún modo, pero Betty y yo estamos grandes para esto y pensamos seriamente en reservarnos el derecho de admisión, con el fin de no asistir a semejantes estructuraciones de la personalidad.

10 comentarios:

Manón dijo...

¿porqué será tan difícil, martita, soportar que los seres queridos se lastimen?

¿porqué preferir a veces ese equilibrio ilusorio fruto de silenciar los conflictos?

¿porqué tanto miedo de que los cimientos de un afecto que se pretende sólido se derrumbe, se desfonde?

la vivencia de desfondamiento es insoportable, (vivencia de "se va todo a la mierrrrrrda")...

¿cómo no mediar?
a veces se es visagra, fusible,
y a veces, cabo suelto, la nada...

un abrazo a las dos.

Angustiadisimo dijo...

No les prohíban la entrada.
Son mozalbetes. Ya crecerán.

Mr Montoto dijo...

El espectáculo es inevitable, acaso alguien no lo brindó de pibe?

Marta Paste dijo...

Manón, yo creo que no se trata de equilibrios ilusorios, sino posibles. Y si uno ve esa posibilidad, plantearla es un acto de cariño. Pero a veces en el camino, estaría bueno poder mandar a todo el mundo al carajo y que se arrelen, simplemente, o no. Vaya a saber, si vamos miti miti con la colecta vuelvo a terapia de grupo con Betty.

Marta Paste dijo...

Pero el problema que tenemos es ese, Angus, van a crecer, y la Prom Queen ya va por mal camino. Yo no quiero ni mirar, vea.

Yaya, sin dudas es inevitable. Y no es una prerrogativa de ser pibe. No?

Manón dijo...

pero martite!

me tiene un poco confundida entre su berretín de que haya algún modo de entenderse y su afán por mandar a todo el mundo al carajo; ¿qué la hizo navegar en direcciones tan contrarias en tan pocos días (aparte de rodrigo con sus camisetas del orto)?

mejor usemos los fondos de la colecta para sendas terapias de grupo, total, a la biblioteca yo me voy a llegar (en bondi, auto, tren o a caballo) aunque sea lo último que haga.

y aunque después aparezcamos en la página de criminel por malversación de fondos.

Marta Paste dijo...

Digamos que las sendas son paralelas, según el rubro existencial que maneje. Pero acá me permito cruzarlas. Lo último que quiero es confundirla, que para eso ya estoy yo, pero se me escapa la tortuga.

cuti dijo...

Los chicos necesitan pelearse para ser amigos, necesitan de la chica para amigarse y luego pelear, y la chica necesita verlos amigos, peleados, amigarlos, y pelearlos también, ¿por qué no? En fin, todos se necesitan y Uds. también. Porque para estas cosas no se está grande sino vivo.

Marta Paste dijo...

Yo no sé si todos nos necesitamos. Necesitamos a algunos (muchos, tal vez) y ellos a nosotros y así.
Pero para algunas cosas se puede estar grande (o cansado, por un rato al menos).
Eso sí, lo que le voy a avisar a esta chica es que hay lugares donde le pagan un sueldo por hacer eso que hace tan bien.

Nanook dijo...

Al final, pobre chica! Que si lo que hace esta bien, que esta mal. Que tiene que dejarlo de hacer, que tienen que pagarle por ello. Si todos los caminos conducen a Roma, entonces hay mas de una ciudad llamada de esa manera.